Panel: Darío Falconi, Isabel Mércol y David Gabriel Gatica |
La presentación estuvo a cargo de un panel integrado por la Lic. Isabel Mércol, el
Prof. David Gabriel Gatica y el editor, Darío Falconi (Ediciones El Mensú).
Participaron además el poeta Martín Ptasik y los músicos Facundo Flores y
Manuel Figueroa.
Lic. Marcela Mercado Luna |
David Gabriel Gatica
En primer lugar, David Gabriel Gatica, luego de reiterar
agradecimientos, hizo un racconto de los distintos homenajes a Daniel Moyano,
eventos y ediciones que se sucedieron en los últimos tiempos. Aclaró que si
bien este año –a raíz de cumplirse 20 años de su fallecimiento– se
incrementaron notablemente las muestras referidas al escritor, todos los años
hay algún evento que lo rescata. Puso como ejemplo las ediciones en 2010 de Un
silencio de corchea (a cargo justamente de la Biblioteca Mariano
Moreno), la selección realizada por Abelardo Castillo y reunida bajo el título
Desde los parques y otros cuentos y de Conversaciones con Daniel Moyano de Juan
Crocce (2011). Recordó que en 2012, además de esta nouvelle editada
en Villa María, se publicó en Córdoba la edición crítica de la novela Tres
golpes de timbal dirigida por el Dr. Marcelo Casarín y Un sudaca en la corte
(volumen de cuentos inéditos). Por otra parte en Francia –puntualizó– se
publicó Libro de navíos y borrascas.
Martín Ptasik |
Además y teniendo en cuenta el fallo que condenara el día
anterior en La Rioja
a los autores mediatos de los asesinatos de los curas de Chamical, Gatica evocó
las situaciones vividas por la población y especialmente por los intelectuales
y artistas riojanos durante la dictadura de los setenta, considerando este acto
como parte de las acciones de memoria, verdad y justicia que se vienen
sucediendo en el país. Hizo referencia a los artistas de ¨Calíbar¨ y a los
autores riojanos que padecieron la dictadura o escribieron acerca de ella como
Moyano, Ariel Ferraro, Mario Paoletti, los hermanos Lanzillotto, Ricardo
Mercado Luna y Héctor David Gatica.
Hecha esta introducción, se refirió a las circunstancias biográficas
que dieron origen a En la atmósfera. Comparó la prosa de Moyano con la textura
de un queso gruyere, en relación a los espacios vacíos que el escritor deja
intencionalmente para que el lector complete con su imaginación. Señaló que al
momento de la escritura de este texto, Moyano estaba atravesando una etapa de
cambios en su estilo.
Isabel Mércol
A su turno, la Lic. Isabel Mércol comenzó su alocución
remitiéndose al concepto de “espacio existencial” en relación con las ciudades
y los artistas, para detenerse en Kafka
y su percepción de Praga, espacio constante en su obra, aunque no se lo
mencione. Después de describir la atmósfera asfixiante percibida por la panelista en su visita a una muestra permanente dedicada a Kafka (“La
ciudad K”), enlazó su relato con una
cita del autor de La metamorfosis, quien al referirse a la cocinera que lo
llevaba cada día a la escuela recordaba: “… Ella me arrastraba. Yo la amenacé
con desquitarme por medio de mis padres. Ella se rió. Era omnipotente allí. Me
aferré a las esquina y puertas de las tiendas, me negué a dar un solo paso
hasta que ella me hubiera perdonado, le desgarré la falda, pero ella me llevó a
rastras, prometiendo que también informaría esto al profesor…”. Esta confesión de Kafka le da pie a Mércol para hacer
paralelismos entre cuatro elementos de los que se nutre para su disertación:
*un estudio del Lic. Osvaldo Raúl Valli, relacionado con los espacios de
producción y su dinámica, *los conceptos del Prof. Pablo Heredia (el mismo que
–justamente– realiza un estudio crítico para esta edición de En la atmósfera)
quien habla de “espacialidad en constante evolución”, *un comentario del
crítico Pablo Cruz acerca del clima o “zona” de las novelas de Saer y *las
distintas acepciones de “atmósfera” brindadas por el diccionario.
En la atmósfera
Todos los ingredientes antes mencionados le sirven a la
expositora para introducir lo que ella llama “un acercamiento interpretativo a
esta nouvelle” que, puntualizó, gracias a Ediciones “El Mensú”, llega
finalmente a los lectores de Daniel Moyano.
Respecto del contenido del texto:
Son 11 capítulos de
extensión más o menos equilibrada, introducidos cada uno de ellos por un título
que alude a cinco de los principales protagonistas de la historia. Le siguen a estos un epílogo (un estudio no
preliminar, un no prólogo… aunque podría comenzarse a leer el libro por este
apartado) firmado por Pablo Heredia.
Es la historia de un pre- adolescente que es “dejado” en un
pueblo de las sierras cordobesas, cerca del cual corre un río que se vuelve
peligroso con las crecientes, y allí trabaja en una confitería, principalmente
en ordenar cajas en el sótano y espantar las moscas de la vidriera, mientras
observa e interactúa con las otras personas relacionadas con este negocio: el
dueño, la administradora, la cajera, dos empleadas y el amante de la
administradora. A ella debe sumarse, por la importancia, breve en el relato,
intensa en su significado, de una mujer que lo tiene a su cuidado. De manera
más apartada, en esta masa atmosférica ,gravitan un actor secundario que
trabajó en películas con Mirtha Legrand, Leo Dan y Sandro, los albañiles que
siempre están construyendo en invierno y un tendero de aparición fugaz, tanto
en la narración como en la vida de estos personajes.
Portada de libro |
En aras de interpretar el texto la licenciada Mércol apeló a
un ensayo de la Dra.
Virgina Gil Amate y buscó en ella una respuesta a su
pregunta: ¿Qué definiciones se pueden encontrar, a modo de presentación de la
atmósfera moyaniana?
A esto se responde con la cita de Gil Amate: “El personaje
moyaniano es un ser perseguido, acosado por un entorno hostil y un tiempo
circular que constituyen los parámetros de su angustia. Se convierte por ello
en buscador impenitente de un paraíso donde nunca ha estado. No es el hallazgo
de una identidad lo que le mueve/…/ sino la búsqueda de la felicidad”.
(Virginia Gil Amate, “Daniel Moyano: La búsqueda de una explicación”. 1993).
La atmósfera que rodea al narrador protagonista –continuó
Mércol– y que lo mantienen durante las 64 páginas por la fuerza de gravedad de
una serie de personajes y de hechos, es, exactamente, un juego de oposiciones
físicas que pueden definirse, esquemáticamente y luego de una primera lectura,
como de quietud/ movimiento.
Pertenecen al orden de la QUIETUD la mención de las murallas/ paredes que
lo rodean en ese pueblo, la nubes/ llovizna, tanto del presente del adulto que
recuerda lo acontecido en un bar de Madrid, como del niño que debe acomodar,
una y otra vez, para dejarlos en el mismo lugar, los frascos de dulces, los
alfajores y la vidriera de la confitería. Son elementos que permanecen, que no
se modifican, sobre los que no puede actuar, ni tomar decisiones.- A casi no
hablar. A no ser. La “atmósfera” obliga a resistir, recordarla ayuda a
entender, en ella el sueño no existe.
¿Podría decirse que la quietud remite a la infancia?
Virginia Gil Amate, en el estudio de referencia, dice: “Desde el presente sin posibilidades el personaje tiende a
soñar un futuro que nunca conseguirá. El avance hacia lo imaginado y el
posterior retroceso hacia lo que se ha sido trazan una trayectoria vital
cerrada”
Al orden MOVIMIENTO pertenecen, en cambio, la mención del
río, que crece y es un peligro, el tránsito de los caballos, vía de llegada y /
o de escape de las murallas que lo
alejan de “ otra “ vida, las moscas
omnipresentes que tienen una acción final determinante, la acción de contar los
frascos, los postres y los alfajores y hasta la variación del Sr. Hidalgo
peinado/ despeinado ( con poder/ sin poder), además de la excelente descipción
las “ seis” Tununas por semana.
¿Podría decirse que pertenece el orden del movimiento a la
adultez?, volvió a preguntarse la Lic. Mércol. Si se afirma, con Moyano, que la
infancia es el periodo de la vida en que no se entiende lo que pasa…Cuando el
protagonista refiere “ es grande, es hombre y sabe cosas que yo ignoro” (
página 18), no quedan dudas qué cambio es el que se desea.
¿Es un texto realista?
Daniel Moyano ha aclarado varias veces que su producción no
puede llamarse realista y lo reafirma, a propósito de este texto, cuando le
responde a Mempo Giardinelli en abril de
1988:
“Yo no sé lo que es la realidad ni lo que es la fantasía, y
éste es un tema muy polémico y sobre el que
podríamos hablar horas y horas. Para mí los temas narrativos , con los
que uno se encuentra por vocación o por
elección, son los que corresponden a las circunstancias de cada uno./…/ Siempre
digo que lo escritores no estamos para duplicar la realidad; tenemos que
trasladarla al lenguaje…” ( Entrevista en Revista Puro Cuento. Marzo- abril de
1988 ).
Isabel Mécol, se refirió, finalmente al estilo moyaniano:
En el estilo, Moyano seduce con una construcción sintáctica
simple pero armonizada por con repeticiones, retratos esquemáticos pero
profundos (como lo exige la novela corta) y la sorpresa de incluir términos
regionales (como choncaco ) que deben dar dolores de cabezas a los traductores,
y sin abolir totalmente signos de puntuación , pasa del discurso directo al
indirecto sin previo aviso. Los diálogos están incorporados desde un pasado
inmediato o incluso, desde un presente no actualizado. Utiliza recursos como la
sinécdoque, por ejemplo, cuando a través del peine o la gomina del Sr. Hidalgo
se pueden entender los juegos no dichos de ejercicio del poder sobre los más
débiles.
Según palabras del autor –concluyó Mércol– cuando este libro
ya estuvo listo, él estaba se encontraba trabajando en Tres golpes de timbal,
novela en la que su arte vibrará en tono mayor, las metáforas sustituyen a la
nominación del mundo circundante y la fantasía se abre paso para la gran
explicación final.
Moyano ha dicho muchas veces a lo largo de su vida, y en este
caso, está escrito en las páginas de este libro, que él escribe para tratar de
modificar la realidad. El adulto, ya exiliado en Madrid, que aparece enlazando
los tiempos del relato, dice que quiere
destruir estos “muñecos”, pero uno de ellos le advierte que puede resultar él
mismo destruido.
“Está bien, les digo,
ni ustedes van a poder liberarse de mí
ni yo de ustedes: de alguna manera tendremos que seguir viviendo
juntos…” es parte de la respuesta del narrador protagonista de esta historia.
Darío Falconi
Le siguieron a esta completa y erudita exposición las
palabras del cordobés Darío Falconi, quien además de editor es poeta y
periodista cultural. Con notable sinceridad y calidez, agradeció a todos y cada
uno de los que, según expresó, habían hecho posible esta presentación. Mencionó
a la Asociación
de Maestros y Profesores de La
Rioja , a Isabel Mércol, a David Gabriel Gatica, a Martín
Ptasik, a los músicos Facundo Flores y Manuel Figueroa, a Felipe Noguera de
Librería San Cayetano, al público riojano y a nuestra casa: la Biblioteca Popular
Mariano Moreno en la persona de su presidenta.
Expresados los agradecimientos, Falconi se dedicó a explicar
las razones de la elección de ese texto inédito de Moyano por parte de su firma
editorial “El Mensú Ediciones” de la ciudad de Villa María, Córdoba.
Comenzó recordando que en marzo de 1988, allá en Madrid,
Mempo Giardinelli le realizó una extensa entrevista al autor de Tres golpes de
timbal, la que se reprodujo en la revista “Puro Cuento”. En una de las preguntas,
el entrevistador le consultaba si tenía obra nueva y Moyano, luego de mencionar
un par de títulos, le dijo “tengo lo que es mi mejor texto, que es un cuento
largo, o una novela breve, de 64 páginas, basado en una frase de Macedonio
Fernández, que dice que "la vida es el susto de un sueño". Se titula
"En la atmósfera" y todavía estoy dudando si no lo publico solo, como
"nouvelle".”
-¿Por qué decís que es tu mejor texto? Repregunta
Giardinelli.
Entre otras cosas, Moyano le responde: -Porque es el que
escribí con más fuerza, es un texto adulto,
Finalmente Giardinelli interroga -¿Y ahora estás más
preocupado por cuidar tus textos, los revisás, los reescribís?
Sí, claro, ya lo aprendí. "En la atmósfera" es de
hace cuatro años y está muy trabajado. He empezado a tomarme en serio la
literatura”.
Falconi recordó que en 1992 Moyano fallecía en Madrid
dejando bastante material inédito, mucho de lo cual está viendo la luz desde
hace algunos años gracias al impulso de su hijo Ricardo. Volvió a mencionar las
ediciones aludidas por Gatica, quien le precediera en el uso de la palabra, y
agregó el dato de una novela que está preparando la Editorial Corregidor ,
y de una propuesta de editar sus obras completas, entre tantos otros títulos
que vienen en camino. Este hecho –dijo–
hay que celebrarlo, porque hasta no hace mucho sus libros eran inconseguibles.
En 2005 –continuó
Falconi– la editorial Gárgola de Buenos Aires, publicó su novela póstuma ¿Dónde
estás con tus ojos celestes? o “La pulpera” como solía decirle su autor. En la
introducción al libro, Ricardo dice en uno de los párrafos: “De todo lo que
escribió, consideraba que sus textos más logrados eran el cuento “Cantata para
los hijos de Gracimiano” y el cuento
largo “En la atmósfera”, que no logró interesar a ningún editor. De bronca, lo
incluyo en esta novela, para asegurarse de que algún día fuese publicado."
Contó que ese mismo año (2005), estando en la coordinación
del suplemento cultural de EL DIARIO de Villa María: “pude ponerme en contacto
con Ricardo y le hice una entrevista allá en 2005 en el que me contaba algunos
aspectos de la vida de su padre y del que solo quiero resaltar una partecita
que tiene que ver con esta historia.” Le preguntó si quedaban textos aún sin
editar y si existía algún plan para editar sus obras completas. Ricardo Moyano
respondió: “-Como te decía, no hay libros de él en ningún lado, yo también veo
que como jamás adhirió a ningún partido político, fue un defensor del gobierno
sandinista y cubano, atacó todas las dictaduras sudamericanas, esto tampoco fue
una ayuda para conseguir editor en Europa. Tal vez el fallo fue habernos
instalado en España; en Francia o Alemania sin duda hubiera ido mejor para la
divulgación de su obra. En cuanto a reeditar sus libros, no existe ningún plan,
es sólo un deseo que me gustaría ver cumplido. Ahora saldrán tres textos breves
inéditos. Al no vivir en Argentina no puedo ocuparme de esto, tengo mis
esperanzas puestas en Amalia (Gieschen, de Gárgola). En principio hay varias
posibles reediciones para los próximos meses, ojalá se concreten. Hay montañas
de inéditos, pero la prioridad corresponde a mí entender a los libros ya
editados e inhallables.”
Representantes de AMP junto a Darío Falconi, Marcela Mercado Luna, D. Gabriel Gatica e Isabel Mércol |
Luego se refirió al libro en sí:
Daniel Moyano |
Urdida por finos hilos, con puntadas sutiles como sólo él
sabe darlas y entretejiendo tristezas y alegrías de un pueblo estancado entre
las sierras cordobesas, no tengo dudas –concluyó el editor– de que En la
atmósfera los cautivará.
Músicos
Finalmente, los músicos Facundo Flores y Manuel Figueroa asombraron a la concurrencia con sus interpretaciones de autores contemporáneos como Chick Corea y Hermeto Pascoal.
Músicos
Finalmente, los músicos Facundo Flores y Manuel Figueroa asombraron a la concurrencia con sus interpretaciones de autores contemporáneos como Chick Corea y Hermeto Pascoal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario