En el marco de la Semana del Escritor, el pasado sábado 14 se presentaron en nuestra casa dos libros de Ricardo Mercado Luna: “Cuentos indefensos” y la cuarta edición de “La ciudad de los naranjos”. Ambos publicados por el sello “Lampalagua Ediciones”.
Luego de agradecer la presencia del público que llenó la sala de la biblioteca, la hija del autor y editora de los libros, Marcela Mercado Luna, se refirió a su iniciativa editorial nacida con la primordial idea de mantener vigente y disponible la obra de su padre, y agradeció a su madre y hermanos por el apoyo recibido y por otorgarle la confianza y el permiso necesarios para gestionar y difundir dicha obra. Explicó asimismo el porqué de la denominación del sello: “la Lampalagua es un cuento, y es un personaje (si es que le podemos dar esa categoría a los animales) real que habita en 'La Dormida', un espacio muy caro a los sentimientos del papi (RML) y nuestros”, sostuvo al tiempo que destacó las propiedades de la palabra: “me gusta cómo suena y cómo se ve: 'Lampalagua' es musical y también visual porque puede adaptarse perfectamente a la forma de su inicial, la letra ele”, subrayó.
Héctor David Gatica recitando un poema dedicado a Ricardo Mercado Luna |
Antes de dar inicio a la presentación del libro inédito, el conductor del acto, Pano Navazo, invitó al poeta Héctor David Gatica, amigo personal de Mercado Luna y autor del Prólogo a la cuarta edición de La ciudad de los naranjos, para que dirigiera unas palabras a los presentes. Gatica saludó con buenos auspicios la iniciativa editorial y recitó un poema dedicado a Ricardo: “Pájaros en libertad” de su poemario Los días insólitos.
Pano Navazo |
La encargada de presentar el libro póstumo de cuentos fue la profesora Ana Lía Martín de Fuenzalida, quien luego de expresar sentirse honrada con el cometido y manifestar su profunda admiración por el autor, se refirió al contenido del volumen, agrupando los relatos por su temática. En un primer grupo, puntualizó, “están los que yo llamaría los cuentos del campo, o mejor aún, los cuentos del amor por los llanos riojanos; en un segundo grupo los inspirados por el horror de la cárcel y de la injusticia y en un tercero aparecen los que esbozan alguna crítica, a veces severa, a veces piadosa, a vicios o caprichos de nuestra sociedad.” Sin embargo, sostuvo, “el primer relato ‘De cuentos y de anhelos’ escapa a la anterior agrupación con su fantástica metáfora de la penuria y la agonía de la creación literaria”. La disertante se refirió luego a cada uno de los textos clasificados en estos grupos para terminar afirmando que estos cuentos: “…se defienden solos desde la excelencia”. Y remarcó: “Lograda está la necesidad de proyectar los hechos narrados más allá del tiempo existencial, porque son hechos que quedarán para siempre en la memoria (en ellos radica la memoria). Logrados están los personajes definitivos. ¿Quién de nosotros podría olvidar a Filemón Gómez, a Rodán, a Juan Carlos, a Francisco, al peluquero? Lograda está la realidad puesta en ficción porque es la realidad de Ricardo, lo que le sucedió a él la materia narrada y por ende, lograda está su permanencia”.
Ana Lía Martín: "Estos cuentos se defienden desde la excelencia" |
Concluyó –en un imaginario diálogo con el autor– dirigiéndose a él: “Ricardo: la defensa de sus cuentos ya fue asumida con su publicación. La defensa será asumida también de ahora en adelante por todos los que nos emocionemos con alguno de sus relatos. Sus indefensos cuentos están salvados para siempre”.
César Torres leyó: "Lampalagua" |
Seguidamente el actor César Torres, leyó el cuento “La lampalagua”, transmitiendo la honda emotividad contenida en sus páginas.
El momento musical llegó con las actuaciones de Grupo Vocal Horizonte y Gloria de la Vega, quien glosó la canción “Madres indias” con la lectura de un fragmento La ciudad de los naranjos.
Diego y Pablo Claudeville (centro) de Grupo Vocal Horizonte |
Gloria de la Vega acompañada por Jorge Gigena en guitarra. |
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