lunes, 13 de agosto de 2012

Leer sin barreras


La Biblioteca Mariano Moreno visita semanalmente la Cárcel de Mujeres de La Rioja para compartir lecturas y otras actividades con las internas.
Un momento de lectura
El proyecto “Leer sin Barreras” inicialmente estuvo destinado para la población masculina de internos, pero la concreción de la propuesta fue dilatándose por una serie de dificultades aparentemente “burocráticas” surgidas en la institución receptora de la actividad. Así es como la BMM toma conocimiento de la existencia de una “correccional de mujeres” que funciona en un pabellón trasero del mismo predio. Luego de una entrevista a la Lic. Bulacio, encargada del área educativa del pabellón, se decide reformular el proyecto y orientarlo hacia esa población carcelaria que al ser menos numerosa que la masculina, facilitaba nuestra inserción. Además, este pabellón –a diferencia del sector de varones– carecía, no sólo de biblioteca sino también de libros, revistas o cualquier otro tipo de material impreso, siendo el único entretenimiento la televisión con que están provistas las celdas.
Esta carencia, sumada a otras muchas que detectamos en una visita al lugar, nos afirmó en la decisión de redefinir el proyecto, tanto más al tener en cuenta la escasa voluntad de coordinar actividades, observada en el sector masculino, como ya se dijo.

Llegando con la valija viajera
BIBLIOTECA AMBULANTE (VALIJA VIAJERA)
Comenzamos por adquirir libros y una valija de buena calidad para albergarlos:
Luego de la realización de los trámites de rigor, se dio comienzo efectivo al proyecto el 14 de Mayo del 2012 y durante los martes subsiguientes hasta la fecha.
En una primera etapa se puso en marcha la biblioteca ambulante (valija).
Llegábamos con la valija cargada de libros y materiales diversos para trabajar con las internas y nos retirábamos después de haberles dejado lectura hasta el próximo encuentro.


UNA BIBLIOTECA PARA ELLAS
En  una segunda etapa, se logró crear una pequeña biblioteca en el lugar, la que se equipó con estanterías y libros aportados por el proyecto “Leer sin Barreras”. Se compartió con las internas la organización y ordenamiento de los libros.
Cabe aclarar que esta biblioteca que logramos localizar en el pabellón de mujeres coexiste con la biblioteca ambulante, cuyo catálogo está a disposición de la lectoras, quienes pueden solicitar cualquiera de los títulos del mismo.
A partir de la biblioteca in situ, las internas tienen la posibilidad de conectarse con las obras, los autores, los temas en los tiempos determinados por cada una de ellas. Con esta iniciativa se equiparan las oportunidades de todos los internos del Servicio Penitenciario provincial, y se subsana la situación de inequidad originada en el hecho de que sólo los varones contaran con biblioteca en su sector.
Biblioteca y libros para la sala

Desarrollo de las actividades
Antes de describir las actividades, es pertinente mencionar que el espacio físico  es un salón de usos múltiples muy frío en invierno con amplias aberturas cubiertas parcialmente con cartones.
En cada encuentro se comienza con un intercambio verbal para entrar en clima.
Luego se proponen –a veces por el frio reinante– ejercicios físicos que involucran movimientos corporales y ejercicios respiratorios y de relajación.
A continuación se presenta el material bibliográfico y las lectoras seleccionan a su gusto. Hubo ocasiones en que solicitaron y eligieron cuentos infantiles debido al interés de las internas de contarles cuentos a sus hijos cuando acuden a las visitas semanales.
Se evidencia una preferencia por la lectura libros espirituales, de valores humanos y aquellos en los que se ayuda a las lectoras a superar enfermedades, crisis, momentos de dolor o de pena. También se han acercado a la narrativa y a la poesía.
La mediadora recomienda y refiere el contenido de los libros de diferentes géneros y temáticas. Asimismo –sin que esto sea obligatorio ni compulsivo– las participantes que así lo deseen pueden comentar el libro que están leyendo. Esto raramente sucede pues muchas de ellas son personas de escaso nivel de alfabetización. Sin embargo, entre ellas se recomiendan libros, capítulos y temas en particular.
En general tienen disposición para leer y explorar.
La mediadora comparte la lectura de un texto en voz alta, lo que es bien recibido y por lo general se genera un debate espontáneo entre las internas.
El grupo tiene en general una escucha muy activa, sin embargo esto se ve afectado, muchas veces, por interrupciones verbales por parte de las celadoras que no siempre respetan el clima demandado por la actividad y suelen irrumpir histriónicamente, llamando a las internas por su apellido.
Actividades generadas a partir de las lecturas
Las reflexiones que las internas efectúan espontáneamente luego de las actividades propuestas son de una gran profundidad. En algunas oportunidades, a instancias de la mediadora, sintetizan las ideas de los autores a través de redacciones de frases, collages, pintura de mandalas y dibujos. Además manifiestan abiertamente su reconocimiento a la BMM por ser puente entre las obras y ellas… entre el mundo de afuera y su encierro.
La Prof. Norma Díaz junto a algunas internas
Las usuarias observan un excelente comportamiento, por lo cual hasta el momento no fue necesario recurrir al gabinete criminológico tal como se nos indicara para eventuales casos de desorden.
Evaluación de la marcha del Proyecto
Si bien algunas internas se niegan a tomar parte de esta actividad, hasta el momento hemos observado como positiva la disposición de la mayoría para llevar a la práctica el proyecto, y la voluntad de acercarse a la lectura. La participación varía según las situaciones: enfermedad, reposo por prescripción médica, traslados a tribunales o fajina (actividades domésticas dentro de la cárcel). Una de las usuarias ya goza de prisión domiciliaria por lo que dejó de participar en los encuentros. Hemos observado como positivo el hecho de que a partir de nuestra inserción, las autoridades del Penal se han preocupado por mejorar en algo las condiciones físicas del espacio: por ejemplo, cambiaron las sillas que estaban muy deterioradas por sillas nuevas, y se ocuparon de otros detalles que sin embargo no alcanzan para hacer del salón un sitio acogedor. (Como ya se dijo, la ausencia de vidrios en los ventanales las expone permanente al frío). Evaluamos que nuestras visitas contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de las internas.
Los libros se encuentran en condiciones óptimas de conservación y cuidado.
Con respecto al personal administrativo y profesional, se observa con cierta indiferencia (y hasta rechazo) ante la inserción de la Biblioteca “Mariano Moreno”. Esto se hace evidente en la desconsideración a la hora de realizar las requisas, las cuales son efectuadas ante cada encuentro y profundizadas según la problemática carcelaria del momento.
Respecto del registro fotográfico, a pesar de haber realizado la tramitación indicada, costó muchísimo concretarlo, por dificultades propias de la autoridad competente.
Al margen de lo expuesto se considera altamente positivo el impacto del proyecto y el logro parcial de los objetivos propuestos

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