Después de ser depositada la ofrenda floral de Copegraf. ante el busto del mencionado prócer, los presentes participaron de un breve homenaje.
En representación de la biblioteca habló la profesora Julia Fernández, quien dirigió su mensaje directamente a los periodistas: “Son responsables de contarnos todo: la historia de hombres y mujeres que se ocupan del interés general; y por supuesto, también, y sobre todo, la historia de los que olvidando su juramento, optan por preparar la renta propia para que la vejez los encuentre seguros. Mientras la mayoría, si logran sobrevivir a la infancia y a la juventud, apenas pueden manejar su día a día.” Aseveró.
Por su parte, Julio Delgado, actual presidente de Copegraf, agradeció a la biblioteca y a los periodistas presentes y se refirió a la ausencia de muchos de los trabajadores de prensa del Diario El Independiente quienes en estos días se ven en la situación de tener que responder a citaciones en los estrados judiciales por una demanda que tiene estrecha relación con el oficio periodístico y esa misión de denuncia e información que le es propia. Adhirió a la idea de la Biblioteca Mariano Moreno de propiciar un ciclo de conferencias relacionadas al periodismo en vistas al bicentenario de la creación de la Gazeta por Mariano Moreno, y reconoció la labor de los pioneros del periodismo riojano.
Seguidamente, la presidenta de la Biblioteca, Marcela Mercado Luna, agradeció a todos los medios por reflejar las actividades de la institución e invitó a los presentes a compartir un brindis en el salón principal de la centenaria casa de los libros.
El Día del Periodista fue establecido en recuerdo del primer medio de prensa con ideas patrióticas, la "Gazeta de Buenos Ayres", fundada el 7 de junio de 1810 por Mariano Moreno.
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Texto completo del discurso pronunciado por la Prof. Julia Fernández -->
(los subtítulos fueron agregados por la edición de este blog):
DÍA DEL PERIODISTA (Por J. F.)
Una mirada a la historia
Podemos recordar, si quieren, someramente, porqué se conmemora hoy el día del periodista:
199 años atrás, la Primera Junta de Gobierno decidió que sus actos debían ser conocidos por todos los ciudadanos. ¡Increíble! ¿no? Pero así fue. Para eso fue creada la “Gazeta de Buenos Ayres”.
Según Pigna, los ciudadanos y ciudadanas que cumplen una función pública, se distinguen por los intereses que los guían. Estos intereses conciernen, en los mejores casos, a la mayoría. Pero muchas veces también, sólo repercuten en sus propios y mezquinos bolsillos. Sabemos, además que los principales redactores de aquella lejana Gazeta fueron Belgrano, Castelli y Moreno. Los tres hombres clave de esa Primera Junta, quienes, justamente, trabajaban para el interés de todos o de la mayoría.
Cuando, por motivos militares o diplomáticos, ellos fueron alejados de ese primer gobierno, comienza otra historia para las Provincias Unidas del Sur. Y, a partir de entonces, para la Argentina en particular. Otros intereses prevalecen. No precisamente los de la mayoría.
Una misión
Y son esas dos historias de las que se ocupan ustedes, los periodistas. O sea, no es una opción: son esas dos historias las que deben comunicar. Porque ustedes tienen un gran poder: son formadores de opinión.
Son responsables de contarnos todo: la historia de hombres y mujeres que se ocupan del interés general; y por supuesto, también, y sobre todo, la historia de los que olvidando su juramento, optan por preparar la renta propia para que la vejez los encuentre seguros. Mientras la mayoría, si logran sobrevivir a la infancia y a la juventud, apenas pueden manejar su día a día.
Repito, no es una opción. Es la esencia de su profesión. En cualquier campo en el que actúen: desde el deporte o las noticias breves que parecen mínimos asuntos domésticos, hasta los más intrincados enredos nacionales o internacionales.
Y por eso, señores periodistas, la suya es una elección de vida. Ser periodista no es ser peluquero o tintorero. Ninguna profesión es desdeñable. Pero vienen muy buenas pelucas si se excedieron con la tijera, y hasta para la peor mancha, seguro que existe el producto adecuado.
Ustedes deben cuidarse hasta de una coma o de la expresión de su rostro cuando anuncian algo. Todo es signo y significado. Eso lo conocen mejor que cualquiera de los que no tenemos esa profesión honrada por tantos hombres y mujeres a lo largo de estos casi 200 años de vida en nuestro país. De vida casi independiente, casi democrática, casi institucionalizada.
Para que ese “casi” se complete, debemos actuar con eficiencia todos los que habitamos esta tierra. Pero eso será realizable si ustedes nos ayudan a leer entre líneas. Si aprendemos a interpretar voces y decires que se expresen en total libertad. Voces independientes, responsables, esclarecidas.
Es mucho lo que se les pide. Pero no lo consideren una opción, sino algo inherente a la profesión que – supongo – han tenido el amor de abrazar.
A pesar de esa carga que llevan a cuestas, diría que los envidio por ser tan importantes y necesarios para formar la opinión pública.
Defender el medio ambiente
Y ahora, hablando de otro tema, pero que también nos concierne, permítanme repetir unas palabras que Abelardo Castillo hace decir a uno de sus personajes:
“La Naturaleza no es noticia ni nos deja imaginar nada.
La verdadera naturaleza sólo nos permite pensar”
Pensar, por ejemplo, que debemos custodiarla, que los gobernantes no pueden hacer lo que se les antoje o les convenga con nuestro suelo, nuestras aguas, nuestros glaciares. Conservar sano el medio ambiente no es una ocurrencia; es lo que nuestros hijos y nuestros nietos esperan de nosotros. Los periodistas, en este tema, son la voz que necesitamos para lograrlo.
Homenaje a periodistas que no están
También hoy, en este día, tengo el deber de mencionar a otros periodistas que trabajaron en nuestro medio y se interesaron por el bien común. Los conocí siempre generosos, empeñados en dar lo mejor de sí, en informar sobre todos los temas que interesaban, por esos tiempos, a La Rioja y al mundo. Obstinados en debatir ideas, en dar su opinión. En esa época, todos los riojanos nos sentíamos concernidos, a favor o en contra, pero a todos nos interesaba. Eso es lo que importa. Exponer nuestras ideas y que alguien las comparta o se oponga.
Algunos de ellos, han pasado a formar parte de la Historia. Otros , se encuentran lejos de esta tierra.
Nombro sólo a algunos: Ariel Ferraro, columnista, Ricardo Mercado Luna, cofundador y también columnista del Independiente, Yiyi Alfieri y Cacho Paoletti, redactores. Y sobre todo, Tito Paoletti, quien vivió y murió siendo periodista. Sin cuyo espíritu y tenacidad no hubiera sido posible la creación de Copegraf.
Es casi como si la historia de aquella licuada Primera Junta se repitiera…
*Autora del libro de relatos Esas luces rojas
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